martes, 21 de julio de 2015

Reseña | Saga Casa de la Noche. P.C. Cast y Kristin Cast.

En fin, hace tiempo que no tengo ganas de reseñar nada, pero una gran amiga me regaló esta saga de libros (los cinco primeros) y, tras leerlos, tengo ganas de destripar cosas, empezando por Zoey Redbird. Voy a actuar de una manera muy diferente a como estoy acostumbrada, una especie de lectura pormenorizada, había pensado. Dado que los resúmenes no tienen que ver con la realidad, yo os diré de qué va cada libro desde mi humilde rincón. ¿Comenzamos?





Saga: La casa de la Noche.
Autoras: P.C. Cast y Kristin Cast.
Género: Comedia involuntaria, humor absurdo, surrealismo, fantasía y romance adolescente.
Editorial: La factoría de ideas.

Por lo general sobre estos libros diré, de forma positiva, que se leen rápido y provocan carcajadas de lo malos que son. Por otra parte, hay errores ortotipográficos que son subsanados según van pasando los libros. Y son excesivamente evidentes, según empieza el libro ya se sabe cómo va a seguir y cómo va a terminar, excepto por las situaciones totalmente surrealistas que se sacan de la manga, también llamado trama amorosa... Las descripciones son patéticas, yo no soy muy buena describiendo, diré, pero a no ser por alguna razón en concreto, no describiré a un personaje como - "al estilo Clark Kent- Superman, osea, supermegaguapo, supersexi, alto y le gusta Star Wars (así que encima es friki)" - por muy adolescente paviboba que sea la chavala.  

 Y ahora sí, vamos a hacer sangre. 





1- Marcada


Es muy difícil valorar este libro, ¿me ha gustado? No


Pero, ¿es bueno? Ni sí, ni no, todo lo contrario. Este, el primero de la saga La Casa de la Noche, es un libro muy introductorio en el que nos presentan a Zoey, una protagonista todopoderosa, especial y maravillosa que no caga oro porque se dejó el ambientador en el otro bolso, que resulta ser lo más especial del universo inventado por la familia Cast (¡argh! Mary Sue Alert). Zoey procede de una familia de subnormales inmersos en el fervor religioso: una madre de carácter débil y sumiso, y un padrastro dominante y autoritario,
que le hacen putadas durante todos los libros; además de una hermana a la que solo menciona de pasada en el primer libro, llamándola barbie y a la que nunca le pone nombre, pero ¿a quién le importa? La única persona en la que puede confiar es su abuela, pero es una anciana, ¡tiene más de 50 años por el amor de Dios! (yo no entiendo cómo no se ha muerto ya, es supermegavieja, osea.) 

Total que Zoey se interna en un mundo de vampiros. Un mundo con una mitología pastiche de griego, egipcio y cheroqui, con figuras legendarias de esas mitologías que transforman en propias, mezclado con tantos rituales wicca que huele a brujería por todas partes, pero no, son vampiros. Vampiros tan conocidos como Shakespeare, porque todos los grandes poetas fueron vampiros así como conocidos escritores de la actualidad. Igual de importante que la literatura es el cine, claramente, así que muchísimos actores de Hollywood también son vampiros. ¿Amazonas? Vampiros. Todo lo guay de nuestro universo conocido, o todo el que tuvo éxito, estuvo relacionado con vampiros. Y lo que no, lo estará.


Zoey conoce a un montón de gente, malos muy malos, buenos no del todo buenos, gatos y estudiantes de instituto (con la típica zorra popular, Aphrodite, su novio super-mega guapo al estilo Clark Kent y su grupito de adoradoras). Sin embargo sabrá hacerse con su propio grupo de amigos adoradores, de esos que piensan que hasta cuando eructa, recita poesía. Y son Stevie Rae (la mejor amiga) y añadidos: Damien, el "falso empollón gay", dice las frases más largas de la novela y pretende ser inteligente; y  las gemelerdas, que no entienden palabras de más de dos sílabas, así que no combinan muy bien con el chico gay.


Como toda buena heroína todopoderosa que sale libre de todo, Zoey se ve inmersa en un misterio que le costará varios libros resolver.


En general el mundo de las Cast está bien diseñado, (lo de las marcas es muy original, así como el proceso de cambio), pero no ahondan en él como debieran, es todo superficial. Supongo que a lo largo de la saga este mundo dará sus frutos, por supuesto, pero ¿cómo evolucionará la protagonista? ¿Se hará soportable en algún momento? Es difícil de precisar.




2- Traicionada.

Sin lugar a dudas la protagonista sigue siendo ella misma. Tras pasarse dos capítulos recordándonos lo especial que es, y la poca culpa de ello que tiene, comienza una nueva tendencia: ya no le bastaba con que el mundo se detuviese cada vez que quisiese decir una genialidad; además ahora absolutamente todos se creen una mierda a su lado, (no son dignos, ¡no son dignos!). Lo más importante (y sexi) de todo: todos los chicos sexis le ven sexi y le regalan sonrisas sexi y le toquetean los tatuajes que son todo...todo... sexis. (Se nota la habilidad de palabra que tienen las chicas Cast, ¿verdad?). Eso sin olvidar que la sangre sabe a "deseo líquido, deseo sexi" (¿alguien me lo explica?).

En este libro se añade a la chupipandi un nuevo personaje: Jack, el personaje bulto, que no es más que un adorno bonito para Damien que de vez en cuando soltará consignas, o robará frases a otros personajes para que no pensemos que está muerto. Por lo demás Aphrodite sigue siendo el personaje más interesante.


Las escenas de acción son un muermo, qué poca tensión, qué poca chica, son todo diálogos que pretenden ser ingeniosos y gente que pretende ser aguerrida y están que se hacen pis encima todos cuando Zoey les mira. Los malos son tan patéticos que no se suicidan porque ya sería demasiado obvio.


Bueno, en este libro se meten más en la intriga que se pasaba de refilón en el primer libro, meten más caña a algunas cosas, vuelven sobre lo mismo en otras. Más magia, más drama, más vampiros, más sorpresas (y otras sospechas confirmadas), y, sobretodo, más ganas de pegarle a la Zoey. La emoción se respira en el ambiente.

 
3- Elegida

Nada más empezar sorprende el cambio de tono, ¡parece que lo haya escrito otra persona totalmente distinta! Se nota la mejoría, los acontecimientos son más fluidos, los diálogos en el momento exacto y con la consistencia adecuada. Claro que Zoey sigue siendo una reina del drama, y todos sus amigos tienen mucho que soportar de sus bobadas (aún no entiendo cómo no le dan la patada).

Es muy fuerte la competición de quién mea más lejos que se produce en este libro, la trama amorosa se complica hasta el punto de lo increíble, (no me extrañaría nada que esto no fuese más que parte de la imaginación de Zoey, que quedó muy tocada del libro anterior). Esto se puede llamar triángulo amoroso, entre el novio humano que nunca pudo dejar ir, el nuevo novio vampiro de final del primer libro y otro, un vampiro adulto, el placer prohibido. Los llama novios a los tres pero éste último es un mojabraguer y yatá. 

Zoey se hace poco a poco con una nueva mejor amiga, antes archienemiga, lo que le da derecho a llamarle "puta" cada dos por tres, mientras la propia Zoey se comporta como tal (fue a hablar de puta la tacones).

Además, un nuevo conflicto que afectará a todos los vampiros, se comienza a gestar (y yo digo... ¿se pensaban quedar en el libro dos? Porque esto hubiese estado mejor como trama general de todos los libros, que lo especial que es Zoey) y viene de parte de los humanos. Por otra parte Zoey, quien desde el primer libro confía en sus instintos por absurdos que sean, decide que ya es hora de tirarlo todo por la borda, los instintos que tanto le funcionaron incluídos, y soltar la lengua con el primero que le folle bien.

Hacia el final del libro la panda de mosquelerdos muestran su verdadera cara y Zoey monta un drama.... Otra vez. Pero a eso ya estamos acostumbrados.

¿Lo mejor de todo? Este libro podría haber terminado nada más empezar. Sin entrar en muchos detalles por lo del spoiler, digo que la diosa aconseja a Zoey sobre Stevie-Rae al principio del todo, y Zoey "la zote" decide no comprenderlo. Toda la madeja se enreda y, hacia el final del libro, Aphrodite es la que le cuenta a Zoey cómo interpretar esa primera frase de su diosa. Lo solucionan y fin.





4- Indómita

Zoey es patética porque no tiene novio (a mí no me miréis, está en la sinopsis del libro). La trama amorosa se ha roto...¿roto? ¡No! El sexi-radar de Zoey está a pleno rendimiento: un nuevo chico sexi se alza en el horizonte. Es un chico rebelde-sexi y travieso-sexi. Vamos, un chico tan sexi que hasta su sudor le parece de lo más sexi (literal). El chico se declara fan incondicional de Zoey a los cuatro minutos de haberla conocido. Y a los cinco minutos yo declaro a Zoey como la nueva viuda negra de la familia .¡Oooh!. Fue bonito mientras duró.

Pero, ¡tranquilos! Mientras el chaval agoniza a lo largo de unas tres páginas y media, Zoey piensa en otra cosa y recuerda en último instante una pequeñez: nadie en este universo muere de forma definitiva. Es normal que lo pasase por alto, es una bobada.

Aparte de eso Zoey, a la que los mosqueteros dieron de lado, se autodeclara reina de los anormales porque, como siempre, todo lo que le pasa a ella es más grave, más dramático, más raro. ("¿Que has muerto? Pues yo he cortado con mis dos novios, después de ponerles los cuernos con un tercero que ahora está muerto, estoy peor que tú." A veces solo tengo ganas de que Stevie Rae se coma a Zoey.) En fin, que Zoey vuelve a cortar con los ex-novios que le quedan, para que todo este claro. Pero no del todo claro, porque hay tensión sexual al Otelo style. Y la más mala de todas las malas ahora resulta que es peor de lo que esperaban...y encima está loca. O eso creen los mosquelerdos. Uno de los cuales, Jack, muestra habilidades tecnológicas de las que todos estaban enterados pero de las que, curiosamente, no se hace ninguna mención hasta el momento, aparte de que sabía poner música en la minicadena del insti.

Una nueva amenaza se gesta, y les viene dada en forma de profecía cheroqui... ¿Otra? Sí. ¿Y la anterior? Pues también está ahí, sin resolver. Las amenazas en estos libros son tan acumulativas como las risas que provocan sus situaciones surrealistas. Por suerte, hay una mano amiga, venida desde la ciudad de Venecia, que puede equilibrar la balanza hacia el bando de nuestra amiga Zoey.

El pastiche entre lo griego y lo cheroqui se hace más evidente en este libro, tirando cada vez más hacia el lado cheroqui de la familia, mitología de la que parece que nadie sabía nada excepto por la abuela de Zoey, que acude a sacar las castañas del fuego.

Con dos potentes aliadas, como son una anciana vampira y una anciana de 50 años, de su parte, a Zoeybird, el pájaro zote nada le puede ir mal... ¿Verdad? (se recogen apuestas de cuánto duran vivas).




5-Atrapada

El infierno se ha desatado: Zoey no tiene ningún novio que la consuele. Bueno, y también hay monstruos mitológicos por ahí pululando, pero eso no tiene tanta importancia. Tampoco tiene importancia la trama de los humanos que atacaban, eso ya está olvidado, si quieres entender que fue la locuela de Neferet, bien, y si no también.

Es el Apocalipsis, los monstruitos cheroquis amenazan la vida de todos los que le son queridos o fieles a Zoey y nuestra protagonista parece ser la clave para resolver la situación y salvar al mundo (¿A alguien le extraña? ¿A nadie?). Pero Zoey es solo una adolescente hormonal que, mientras contempla a su amiga -a quien le falta una gota de sangre para morir-morir de forma definitiva- no puede dejar de pensar en ese chico que conoció durante cinco minutos y murió en sus brazos. Por lo que, cuando Eric, su sexi, alto y friki ex-novio vampiro al estilo Clark Kent, le dice que le perdona los cuernos y discusiones, no dudará ni una milésima de segundo en decirle que vale, que vuelven juntos (esta chiquilla no sabe estar soltera). 

Todo comienza con un eterno flash-back, de esos que no sabes si van o si vienen, si están o estuvieron, y que sorprende porque a estas alturas de la vida deberían escribir mejor. Después de 80 páginas de flash-back, con escena erótica y una Zoey vouyeur incluída, vuelve a contar la situación actual. ¡Ah! Si en indómita, la palabra favorita era "sexi", la de este libro es "friki".

Aquí conoceremos uno por uno a los malos malosos del segundo libro, que ahora son más o menos buenos y tienen nombres, (¡nombres! ¿Quién lo iba a imaginar?). Formarán parte del nuevo mundo que creará Zoey. Así que son descritos con cuidado y precaución, algo así como "esa es negra y tiene el pelo un poco naranja" y "la otra viste muy gótica".

Y entonces, cuando deberían ir pensando en entrar en acción contra los malos malísimos, aparece el ex-novio humano de Zoey, el amor de cinco minutos resucita, y se vuelve a formar un cuarteto amoroso. Parece que esta chica atrae estas situaciones... Hay alguna peleilla de testosterona, mientras la chica se impacienta, ¿por qué no se comportarán todos sus novios? (de hecho "todos mis novios" debería ser el nombre de la saga). Pero tranquilos, que pronto se resuelve la situación, y es que el "novio" humano puede ser su contenedor de sexisangre o consorte humano, uno de sus "novios" vampiros su pareja y el otro su guardián. ¿Veis qué fácil?

O no era tan sencillo.... Porque el monstruo mitológico cheroqui, Violaneitor, el ángel zumbón, está obsesionado con la pobre Zoey, a quien considera su antigua amante. Así que se le ocurre el malvado plan de enviar un SMS a los móviles de todos para que regresen al internado ("sí, os vamos a matar, pero no os va a doler mucho, solo un poquito"). Como pasan de su culo, se lo dice por radio. Pero solo cuando Zoey está a punto de morir, que deciden ir. Total, pueden entrar y salir como Pedro por su casa...o casi.

Total, que van, hacen sus milongadas y salen del internado. Entonces Violaneitor les persigue. Es un ángel, por si no lo había dicho, un ángel de alas negras como la noche, enormes y, supongo que funcionales. Así que el ángel coge un...Hummer (una especie de todoterreno a lo bestia)...y les persigue.

Pero Zoey ha descubierto la manera de ahuyentar al malvado ángel: mediante canciones estilo gospel (con las monjas cantando a coro, sincronizadas y todo) y ñoñería a tope. Espantado porque le quieran meter en su secta de monjas cantoras y transformar en el cuarto novio, Violaneitor escapa como alma que carga el diablo cheroqui volando hacia el atardecer...


¿FIN?

La saga continúa hasta el libro doce o por ahí, siendo cada vez más incongruente, incoherente e incomestible. Solo con leer los resúmenes oficiales os podéis hacer una idea... Aunque la verdad (y esa es otra) los resúmenes no tienen nada que ver con lo que pasa en realidad en los libros, están muy adornados.




Y ahora, no os puedo dejar sin una aparición estelar de Los What The Fuck! (o en cristiano: ¿pero qué narices es esto?)

a) Imaginemos, mi madre me llama por un mote cariñoso, pongamos pajarito. Entonces llega una total y completa desconocida y dice que será mi mentora y se dedica a llamarme pajarito... Lo primero que pienso (como adolescente o como mujer adulta, me da igual) es que es tremendamente raro, ¿a qué vienen esas confianzas, si nos acabamos de conocer? ¿Quién cojones le dio permiso para llamarme así? ¿O se estará burlando de mí? 

Pues no, pajarito, aka Zoeybird, decide que esa desconocida es una mujer muy cariñosa, encantadora, cálida y maternal y qué sorpresa tan agradable que sepa que le llaman así.

b) Zoey bebe su refresco burbujeante marrón porque le gustan los refrescos burbujeantes marrones y... 
- ¡Ey! ¡Te olvidas tu refresco burbujeante marrón.

Vale. Me ha quedado claro, nada de marcas de bebida, no vaya a ser que a la Zoey le de una hiperglucemia y os denuncien por mala publicidad. Eso está bien. Pero, ¿no habrá más formas de decirlo? "Refresco de cola" "refresco con gas", llamarme loca pero ¿y si solo decimos "refresco" de vez en cuando? 

c) La sangre sabe a deseo líquido, sabe a deseo sexi...

¿Un deseo es sexi? ¿En serio? ¿Deseo es un sabor? Lo voy a pedir en mi heladería más cercana, a ver si cuela.

d) Una mulata de piel oscura [... ] con la piel color vainilla... Ya. Con ictericia quieres decir... Espero que fuese error de traducción.
Edito. Creo que sí, al menos las siguientes veces dicen que tiene la piel mocca.

e) Los "¡Ay! Casi me hago pis del susto."

El primero me hizo gracia, una reacción involuntaria y las ganas de tirarse por la ventana después de decir eso, pues hasta me soltó una carcajada. La segunda vez, pudo ser para repetir la broma, con la misma persona. La tercera vez... delante de un montón de peña.... pues no, no se puede hacer pasar ni como seña de identidad. ¿Qué adolescente cuerdo va diciendo eso por ahí?  ¿Y cómo es que nadie se ríe de ella cuando lo dice delante de un montón de adolescentes? Además que la tercera, y cuarta vez lo dice muy seguido. Y es una "broma" que se repite en tres libros.

f) Cada vez que Zoey alude a algo de la cultura popular (star wars, la tribu de los Brady...) añade entre paréntesis "(sí, soy tonta y lo veo/me gusta/veo las reposiciones de Nickelodeon)".

¿Por qué es tonto hacer comparativas con cultura popular? Sería una seña característica del personaje si lo hiciese más a menudo, así solo parece tonta, y encima lo confirma. A no ser que se refiera a que es tonta por ver series y películas míticas....Entonces tenemos un problema, señorita Redbird.

g) Cuando no se está llamando tonta, se llama friki porque leyó un libro (¡qué horror!).

h) Zoey oye voces en la cabeza. Las voces le dicen las cosas perspicaces e inteligentes que decir, de otra forma la pobre chica sería una mujer-babosa que camina y respira.


Y esto es todo, luceritos del alba.

Talvezteinterese

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