Literatia 01- Factoría de ideas,

En ocasiones estudio durante días el post que voy a publicar, y otras, la mayoría, como ésta, tan sólo me dejo llevar por lo que mis dedos quieran contar. Y, dado que la entrada que más lecturas recibió fue la de "Fics catastróficos..." que fue escrito un día como éste, frío y cansado, en el que estaba recién quemada del fic'las narices (xD), ¿por qué no crear con ello una sección? Una sección literaria, de quejas, consejos de escritores amateurs, y chispas aquí y allá de imaginación. Porque eso es lo que somos cuando leemos, porque eso desbordamos al escribir. Y vivimos en nuestro propio mundo literario que soñamos con alcanzar con las manos desnudas. Literatura. Literatia. Suena a poesía, n'est ce-pas?

Y para empezar, algo que siempre me hace gracia cuando se lo preguntan a los escritores. ¿Qué te inspiró a escribir esta historia? ¿Dónde consigues las ideas? ¡Si quieres descubrirlo, sigue leyendo! ;)

0.1. IDEAS para una Historia.

"Lo importante no es tener muchas ideas, sino la idea oportuna en cada caso."(Juan Zorrilla de San Martín)

Para empezar diré que, en mi opinión, un escritor nace, no se hace. Escribir, como leer, no tiene que ser una obligación ni una lección. Ni siquiera un hobby. Es una pasión. Y es, sobre todo, una necesidad, a veces tan grande como el respirar.

Algunos ya desde la infancia sienten ese impulso que los lleva a comunicarse a través de bolígrafos, lápices, y teclas con ritmo. Otros ya de más adolescentes, o incluso adultos.

Segundo concepto importante: Un escritor no tiene edad.

¿Y qué le impulsa a escribir? Imágenes, sueños... recopilo aquí un poco de lo que, al menos a mí, me da ideas para desvariar y navegar por los mundos de la imaginación:

- Una canción..... que suena por la radio, nueva, o en tu mp3, tiempo atrás olvidada. Algo que te recuerda a viento entre las hojas, o a olas del mar en la madrugada. Algo que grita por alegría, una tonadilla alegre que te provoca un cosquilleo ahí entre las neuronas.

- Un anuncio, que te hace gracia, despierta una vocecilla en tu interior que te dice "¡esa es una escena de romance para mi historia!" O imaginar cómo continúa. Y escribirlo.

- Una historia... que lees y te hace desear meterse entre sus páginas y contarlo a tu manera. Darle un par de tortas a la protagonista y que reaccione de otro modo. Pensar en cómo sería si.... Ah, los universos alternos, una fuente inagotable de ideas.  

* Ojo, que una cosa es inspirarse para escribir tu propia historia, otra es el plagio, y rozando los límites están los fics. Un fic no es una novela, ni puede serlo sin el permiso del autor original de la historia. Deberemos cambiar personajes, trasfondo y de todo. Tan sólo se trata de coger ideas. No de reescribir Harry Potter o Crepúsculo :P

- Tráilers, vídeos, películas.... Un día te encuentras en el sofá, cine, o en youtube y ves algo que te llama la atención. Un tráiler fan-made acerca de un libro leído o una escena de una película mientras haces zapping. Y te toca la curiosidad. Pero no por saber de qué libro se trata, o cuál será la película, sino por contarlo con tus propias palabras, tu propio trasfondo detrás del original. Tu propio universo.

- Un sueño. Es difícil recordar todos los sueños que se tienen. Algunos son surrealistas, otros dan pesadillas, miedo y terror. Pero siempre quedan rescoldos de lo que fue. Cosas de interés que estaban en tu subconsciente hasta ahora, y si tu cerebro te mandó el aviso, ¿por qué no hacerle caso?

- Una conversación. ¿No os ha ocurrido alguna vez? Estáis a lo vuestro, hablando, o distraídos siguiendo el vuelo de una mosca cuando ¡zas! Una frase, una palabra, un diálogo, se cuela en vuestra cabeza. Y, sin daros cuenta, la primera frase, o tan sólo una parte, de una nueva historia (reutilizable para otras) acaba de tomar forma.

- Una palabra que te inspira como si de un poema se tratara. Aunque sea el título de otro libro. O puede acabar siéndolo del vuestro ;)

- Una imagen. Vale más que mil palabras. (Fotografía, dibujo...)

- Una cita literaria, que puede acabar convirtiéndose en la idea de un capítulo. Incluso una frase en latín, puede equivaler a toda una novela, o tan sólo, de nuevo, al título ;)  

- Un artículo. Sí, sí, como lo oyes. Un artículo, ¿de qué? Pues de periódico, o una revista, o incluso uno científico. Algo que te encienda la chispa de la imaginación. Algo que te llame la curiosidad: un accidente, un crimen, un descubrimiento genético... Algo que de pie a tu historia, que la complete o la conforme.

- Los amigos. Con ellos comentarás el último libro leído, te entusiasmarás por tal o cual frase, o escena. Juntos imaginareis algo alternativo, y, si hay suerte, ganas, colaboración, y le gusta escribir, incluso podreis escribir un libro juntos como algunos autores.

- Y la última que se me ocurre, aunque no menos importante: la ducha. Si tenemos tiempo, todos nos podemos pasar media eternidad en la ducha, convirtiéndonos en pasas a gran escala y, también, pensando. Aquí es donde pueden suceder todos los casos anteriores. Recuerdas una frase, un anuncio, la letra de una canción que tu madre canta o un cuento que tu abuela te leyó de pequeña.

Las ideas son nuestras fieles compañeras, sí, pero también son escurridizas y traidoras. Pueden estar en sequía, las musas agotadas por el calor o hibernando por el frío.

Y luego, un día, mil ideas te asolan, de golpe, y sin compasión, incontables como gotas de lluvia. En los momentos más inesperados, y a veces, escapándose como mariposas en una tormenta mientras tú cuentas con un cazasueños para atraparlas. [[Sobre todo ¡tened siempre una libreta a mano! (Yo estoy pensando en una para la ducha porque amos...)]]

Ah.... Las musas son traicioneras.

Y por eso es importante saber cribar: no todas las ideas son igual de importantes ni sirven para la misma historia. No todas son buenas ideas, y no todos los diálogos se pueden usar. Algunas veces se podrán reciclar para historias futuras, y otras habrá que despedirse de ellas para siempre.

Pero no lloreis. Puede que un alma caritativa las acoja, la musa le toque con su magia, y surja en otra ocasión.

Leed mucho, escribid, soñad e imaginad, luceros míos (suena cursi, ¿verdad?).

Y recordad:

"No existen más que dos reglas para escribir: tener algo que decir y decirlo." (Oscar Wilde)

Besos.